Camino a la Beatificación

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26 junio 2009

La Iglesia de Catamarca trabaja para prevenir la drogadicción

Al celebrarse el viernes 26 de junio otra jornada de la lucha mundial contra la drogadicción y el narcotráfico, debemos recordar el primer documento de los Obispos de la Conferencia Episcopal Argentina, emitido a fines del año 2007, denominado “La droga, sinónimo de muerte”, en el que nos hablan de cómo este preocupante flagelo social se ha instalado ya en el barrio, en la ciudad, en el boliche, etc., llevando en muchos casos a un camino sin retorno, que termina en primer lugar con la pérdida del trabajo, de la escuela, de la familia de aquellos hermanos nuestros que han caído en este tipo de adicciones.
Frente a este preocupante fenómeno, que también se instaló en nuestra sociedad, la Diócesis de Catamarca comenzó a trabajar en la parte preventiva.
En primer lugar, dando a conocer a todos los sacerdotes de la Diócesis este documento para ser trabajado, meditado, y difundido en las parroquias.
También en algunos colegios se han hecho talleres y charlas a favor de la cultura de la vida y en contra de la cultura de la muerte, que trae el consumo de la droga.

La clave es la familia
Pero el trabajo preventivo comienza en la familia, célula de la sociedad e Iglesia Doméstica, donde en base a los buenos ejemplos, la oración, el diálogo sincero y la confianza mutua se fomenta en los niños un ambiente donde practiquen las virtudes, especialmente la caridad y la fortaleza, virtudes que nos llevan a afrontar situaciones difíciles sin recurrir a estos medios para olvidar, evitar o evadir problemas.
Es importante favorecer en los niños y jóvenes un uso sano del tiempo libre, a través de la práctica de deportes, talleres, salidas en familia, etc.
La vida espiritual es también un medio indispensable para evitar y curar este tipo de problema, ya que la presencia de Cristo en nuestras vidas nos viene a traer “vida y vida en abundancia”. Por lo tanto, la asistencia a la Eucaristía dominical, la Confesión y Comunión frecuentes, la catequesis, los grupos juveniles y otras instituciones eclesiásticas, son medios fuertes para evitar este flagelo.

Ayudar al hermano caído
Cuando una persona ha caído en este problema, es importante ayudarlo a salir del mismo, tendiendo la mano al hermano necesitado, como Cristo hizo con todos aquellos que necesitaban ser curados del cuerpo y del alma.
En primer lugar, reconociendo la presencia de este problema y recurriendo a alguna persona de confianza, y por medio de ella llegar a las instituciones dedicadas a tal efecto como la secretaría de Prevención de la Drogadicción, Hogar Humaraya; con la ayuda espiritual, el diálogo con el sacerdote, la oración, la lectura y la meditación de la Palabra de Dios.
Finalmente, todos los que formamos parte de la Iglesia, que somos los bautizados, debemos pedir en nuestras oraciones para que se elimine esta arma mortal que es la droga y para que los que han caído en ella sean ayudados y no abandonados.
La propuesta del Gobierno nacional de legalizar el consumo de droga no hace sino potenciar y facilitar que este mal, que se está expandiendo cada vez más, lo haga en forma más rápida y fácil.
Roguemos a María del Valle Nuestra Madre que ilumine a quienes tienen que legislar, para que lo hagan a favor de la vida y no en contra de ella.

Padre Julio Avalos
Pastoral Social
Area de Lucha contra la Drogadependencia
Diócesis de Catamarca