Camino a la Beatificación

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10 octubre 2011

Culminó la Asamblea Diocesana en un clima de alegría y fuerte compromiso

La procesión con antorchas desde la Universidad Nacional de Catamarca y la Santa Misa en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle marcaron el corolario de la Asamblea Diocesana, convocada por el Obispo Diocesano, en el contexto de la Misión Diocesana Permanente, durante los días sábado 8 y domingo 9 de octubre.
Fue un acontecimiento relevante para la acción evangelizadora de la Iglesia en Catamarca, que reunió alrededor de 500 personas provenientes de las 28 comunidades parroquiales del Interior y Capital, distintos sectores de la vida eclesial, sacerdotes, seminaristas, religiosos de las congregaciones que trabajan en la diócesis, entre otros ámbitos.
Luego de los trabajos concretados en los 15 grupos, los asambleístas con voz y voto procedieron a la votación de los temas que serán propuestos al Señor Obispo, para que sean considerados en la planificación de la vida pastoral de la Iglesia local. Para el 2012, surgió como prioridad la familia; para el 2013, se eligió la opción por los jóvenes; para el 2014, la niñez; 2015, los laicos y 2016, el compromiso ciudadano.
En la ocasión, se decidió convocar a una nueva asamblea para debatir y proponer aquellos aspectos vinculados con el rostro mariano, como rasgo de la identidad de los catamarqueños.
Concluidas las deliberaciones y las votaciones, se dio inicio a la procesión con antorchas, encabezada por el Señor Obispo y sacerdotes del clero catamarqueño. Los participantes del cónclave y los jóvenes servidores, se desplazaron junto con la Imagen de Nuestra Señora del Valle, por avenida Belgrano, calles Maipú y República, hasta la Catedral Basílica, donde se ofició la Santa Misa, presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el Vicario Episcopal de Pastoral, Pbro. José Antonio Díaz, y numerosos sacerdotes participantes de esta instancia consultiva.
Clima fraterno, de participación y alegría
Tras referirse al texto del Evangelio del día, durante su homilía, Mons. Urbanc destacó que “esta Eucaristía cobra particular relieve en nuestra Diócesis pues es acción de gracias por la Asamblea Diocesana que, alrededor de 500 personas, hemos vivido en el solar de la Universidad Nacional de Catamarca. Lo hacemos en el templo que es cátedra del Obispo, rostro visible de Jesús, Buen Pastor, Esposo de la única Iglesia por El querida, fundada y santificada. Además, este templo cobija la imagen cuatro veces centenaria de nuestra querida Madre del Valle, ante quien depositamos confiados toda la labor realizada en un clima de fraternidad, responsabilidad, participación, respeto, entusiasmo, laboriosidad y alegría”.
También rogó “por los frutos de la reunión que mañana (por el lunes 10) llevará a cabo el Consejo Diocesano de Pastoral para sistematizar las ricas propuestas de la Asamblea, que ahora concluye festivamente en comunión con quienes habitualmente u ocasionalmente participan de esta Eucaristía dominical en nuestro querido santuario y casa de todos los catamarqueños”.
Algunas vivencias
En otra parte de su predicación, el Señor Obispo mencionó algunas vivencias, entre ellas, “la curiosidad que causó el evento en los claustros de la Universidad, ya que había alumnos que participaban de un curso y de parciales. Una estudiante de abogacía que quedó maravillada y más agradecida de Jesús porque en el aula magna de su universidad se estaba adorando a Jesús Sacramentado y varios sacerdotes confesando. Debo recordar que allí mismo, el año pasado estuvo entronizada la imagen bendita de Nuestra Señora del Valle, la Madre de los catamarqueños. Esta joven me manifestaba que esto era muy importante, pues en ese ambiente universitario domina el positivismo, lo empírico, la razón pura, la competitividad, la frialdad de los números, el relativismo, etc. Por lo que la presencia sacramental de Jesús y de tantos en clima de adoración y oración venía a aportar esa dosis de verdadero humanismo que necesita no sólo el ámbito universitario sino la sociedad toda. Los momentos de oración fueron muy bien participados y, quien les habla, muy bien reconocido, lo cual agradezco de corazón y me compromete a mejorar cada día para ser un fiel servidor de todos”.

Gesto de gratitud
Por último, el pastor diocesano agradeció “a todos los que hicieron posible esta Asamblea Diocesana: a cada uno de los asambleístas, que mostraron un gran amor a la Iglesia. Al equipo organizador del evento, donde hubo miembros de las diversas vicarías episcopales, áreas pastorales, oficina de prensa del obispado, servidores marianos y miembros del Codipa. Destaco y agradezco al P. José Díaz su valiosa labor. A la Universidad Nacional de Catamarca en la persona de su Rector y de la pastoral universitaria con su asesor y colaboradores laicos. A distintas empresas, negocios, instituciones, colegios, escuelas, el servicio penitenciario, parroquias, locutores, cantantes, artistas, centro de empleados, editorial Sarquís, movimientos eclesiales, ministerio de Desarrollo Social, etc. Y, a la Virgen del Valle, Madre de los discípulos misioneros, mi filial agradecimiento”.
Antes de la bendición final, el Obispo concretó el gesto de envío de los participantes para llevar a Jesús a todos los ambientes.
La celebración eucarística se vivió en un clima de verdadera fiesta de la fe.


Acto cultural


Durante la noche del sábado, se concretó un intenso momento de oración con la exposición del Santísimo Sacramento, en el Aula Magna de la UNCA. Posteriormente, los presentes disfrutaron de un acto cultural, conducido por Jorge Alvarez y Cecilia Rasgido, que contó con la presentación de Americanta y el ballet folclórico del Instituto Rubinstein, quienes amalgamaron el canto y la danza de nuestro pueblo en esta convocatoria eclesial.