Camino a la Beatificación

siguenos en facebook Canal de youtube siguenos en facebook

13 octubre 2012

Dos nuevos sacerdotes se suman al clero diocesano catamarqueño en el Año de la Fe


El viernes 12 a la noche, el Santuario y Catedral Basílica de la Virgen del Valle se vistió de fiesta para la ceremonia de ordenación de los jóvenes diáconos Luis Eduardo Delgado y Lucas Gastón Segura Villagrán.
La Santa Misa fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por sacerdotes del clero local y de la Arquidiócesis de Tucumán, con el templo colmado de fieles.
Tras la proclamación del Santo Evangelio, los candidatos a recibir el Sacramento del Orden Sagrado fueron llamados y respondieron: “Presente”. Luego, el responsable de la Pastoral Vocacional en la Diócesis de Catamarca, Pbro. Julio Avalos, pidió para ellos la ordenación, preguntando el Obispo si estaban preparados y si reunían los requisitos para ser presbíteros, a lo que le respondió afirmativamente. A continuación, el Canciller y Secretario de la Diócesis, Pbro. Juan Olmos, procedió a la lectura del decreto a través del cual el pastor diocesano -siguiendo lo establecido por el Derecho Canónico- dispuso la ordenación presbiteral de los diáconos Delgado y Segura.
Cumplida esta primera parte del rito establecido para la celebración, llegó el momento de la homilía en la que Mons. Urbanc, quien agradeció a los padres y las familias de los ordenandos en cuyo seno pudieron descubrir el llamado del Señor y porque los acompañaron durante el tiempo de formación. Asimismo agradeció, en la persona del P. Giardina, al Seminario Mayor Arquidiocesano de Tucumán, donde cursaron sus estudios y luego pasó a reflexionar enmarcado en las lecturas de la Misa.


Al dirigirse a los nuevos sacerdotes dijo: “El Espíritu Santo descenderá sobre ustedes y los ungirá para llevar la Buena Noticia a los pobres, para vendar los corazones heridos, para liberar a los cautivos del mal, para consolar a los atribulados, para cambiar el luto en alegría, el abatimiento en cantos de alabanza y para proclamar el año de gracia del Señor. Por tanto, velen por ustedes y por todo el rebaño que el Espíritu Santo les confiará para apacentarlo ya que el Señor Jesucristo lo adquirió a precio de su sangre. Sean conscientes que la tarea es ardua puesto que vivimos tiempos donde impera el demoníaco relativismo, dentro y fuera de nuestra amada Iglesia”. Y los exhortó a que “no dejen de encomendarse al Señor y a la Palabra de su Gracia para que sepan discernir lo bueno, lo noble, lo que sirve a la edificación y santificación de todos, a fin de que lleguen a participar de la heredad prometida a los fieles servidores”.
En otro tramo expresó que “con esta celebración, nuestra Iglesia diocesana adhiere con júbilo al feliz llamado del Santo Padre, Benedicto XVI, de abocarnos a profundizar en el don de la Fe, cuyo centro es la Persona de Jesucristo”.
Posteriormente, prosiguió la ceremonia de ordenación con el gesto de postración de los ordenandos, quienes extendidos en el suelo, boca abajo, mostraron su disposición de total entrega a Dios, acompañados por la oración del Obispo, sacerdotes, religiosos y laicos, mediante el cántico de las letanías. Después, el Obispo los ordenó imponiéndoles las manos, gesto que repitieron posteriormente todos los sacerdotes y a continuación fueron revestidos con la casulla y demás ornamentos; se arrodillaron frente al Obispo, quien ungió sus manos para que puedan celebrar la Eucaristía como también les entregó los atributos propios de su nuevo ministerio.
Concluido el rito de Ordenación, los flamantes sacerdotes fueron abrazados por el obispo, familiares, amigos y sus hermanos sacerdotes en medio de prolongados aplausos y cantos de gratitud a Dios, e inmediatamente pasaron detrás del altar para continuar celebrando la Santa Misa.
Al término de la Eucaristía, los nuevos presbíteros saludaron en el atrio a la gran cantidad de fieles que les besaron sus manos consagradas.
A partir de ahora, continuarán cumpliendo su labor pastoral como Vicarios Parroquiales de San Roque, en Recreo, departamento La Paz, en el caso de Lucas Gastón, y Luis Eduardo de Nuestra Señora del Rosario, en Hualfín, departamento Belén, donde colaboraron como con sus respectivos párrocos siendo diáconos.