Camino a la Beatificación

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09 febrero 2014

Las comunidades del departamento Pomán dieron una cálida bienvenida al nuevo párroco

Durante una ceremonia concretada el sábado 8 de febrero, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, puso en funciones al nuevo párroco de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, con sede en Saujil, departamento Pomán. Se trata del Pbro. Hugo Rodríguez, quien fue trasladado desde la parroquia Nuestra Señora del Rosario, en la localidad de Hualfín, Norte Grande de Belén.
Para participar de este importante acontecimiento eclesial, arribaron fieles de las distintas comunidades que integran el territorio parroquial, miembros de agrupaciones gauchas e instituciones, quienes lo recibieron en el atrio, junto con las principales autoridades del pueblo,
encabezadas por el intendente Lucas Carrazana.
Tras los saludos preliminares, los presentes ingresaron al templo donde se celebró la Santa Misa presidida por Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por sacerdotes del Decanato Oeste.
En la oportunidad, se dio lectura al decreto del Ejecutivo Municipal de Saujil declarando Visita de Honor al Señor Obispo; tras lo cual se escucharon las palabras de despedida al Párroco y al Vicario Parroquial salientes, Pbro. Guillermo Chanquía y Pbro. Lucas Segura, respectivamente, a cargo de la Sra. Angélica Losso, quien emocionada expresó:
“Llegó el tiempo de alejarse, porque todo el que consagra su vida a Dios le debe obediencia, pero como una pequeña barca en el mar deja su estela, así perdurará el sacrificio, esos días de dolor, de frío, con un mate en la mano para compartir. Gracias, queridos  padres, que Nuestra Madre del Valle los proteja siempre, que el Espíritu Santo les dé su fortaleza, templanza  y todo lo que sólo El brinda, que las cargas se arreglarán en el camino”.
El párroco de Andalgalá, Pbro. Renato Rasgido, dio a conocer el decreto de designación del nuevo párroco, y luego se leyó el instrumento legal mediante el cual el
municipio de Saujil dio la bienvenida oficial, deseándole una labor espiritual plena en todo el departamento Pomán.
La Sra. Fabiana de Nieva se dirigió al Padre Hugo Rodríguez expresando que “todo tiempo nuevo es una esperanza de nuevas energías, de nuevo crecimiento, de nuevas expectativas. Estamos dispuestos a vivir la misión de nuestra parroquia en comunión con la misión de toda la Iglesia. Caminemos juntos en el seguimiento de Jesús y en la vivencia de la fe. Dios sigue entre nosotros. En cada sacerdote se enciende la esperanza de quien nos dijo: ‘Yo estoy con ustedes’”.

Luego de bendecir el agua, que el flamante párroco esparció entre los fieles, y la proclamación del Evangelio, el Obispo reflexionó: “En esta misa se presentan sentimientos encontrados, porque despiden al P. Guillermo y a su vez reciben al P. Hugo, quien se suma a esta comunidad en nombre de Cristo. El P. Lucas debutó en su ministerio sacerdotal entre ustedes y ahora servirá en la Catedral”.
En otro tramo de su homilía, Mons. Urbanc alentó a la comunidad de Siján afectada por el alud, deseando que “esto nos ayude a ser más cercanos”. Destacó a la gente solidaria que aparece cuando se sufre, y rogó a Dios que “nos cuide de las catástrofes naturales”, como de “las catástrofes morales que nos están destruyendo, porque no atendemos a Dios, como la droga, que arruina el presente y futuro de nuestros chicos”.

Tomando como referencia los textos de la Palabra de Dios escuchada, dijo que “el sacerdote tiene que compartir el pan con el hambriento, tanto el material como el pan de la Palabra de Dios y la Eucaristía. Debe albergar a tantos que están a la intemperie de la ignorancia, la apatía, la indiferencia, sin techo. Frente a esto, lo que nos cobija es el amor de Dios, ése es el techo para no estar a la intemperie… El amor une, procura el encuentro, hace feliz al otro”.
La ceremonia continuó con la profesión de fe, el juramento de fidelidad y la renovación de las promesas sacerdotales; además de la entrega de los óleos, el pan y el vino, y las llaves del Sagrario, que el Obispo depositó en las manos del nuevo párroco.

En su despedida, el P. Guillermo Chanquía agradeció la presencia de la mayoría de los pueblos de la jurisdicción parroquial, y a la gente de Siján, quienes ante la adversidad provocada por la naturaleza supieron “mostrar el rostro materno de la Iglesia en los laicos. Muchos jóvenes se sumaron a los integrantes de las instituciones, en forma espontánea, para trabajar por los hermanos necesitados. Los felicito y les agradezco, que sean bendecidos por esta generosidad. Simplemente, gracias. Gracias por los gestos, las palabras y los reproches, que nos ayudan a crecer”, enfatizó.
Por su parte, el P. Lucas Segura comentó ante la asamblea que “ha sido una experiencia muy linda compartir con ustedes mi
sacerdocio. Me voy muy contento, me encontré con personas muy buenas, de profunda fe, comunidades vivas, personas que dejan huellas. Los llevo en mi corazón. Muchísimas gracias”.
Ante los fieles de la nueva comunidad a él confiada, el P. Hugo Rodríguez agradeció a Dios “por haberme dado la posibilidad de estar en esta parroquia, y al Obispo por seguir confiando en mí”, como también a familiares y amigos que lo acompañaron en este momento especial de su vida sacerdotal. Manifestó su afecto hacia la
comunidad de Hualfín, con la que compartió seis años; y le pidió al Señor “que me ayude a pastorear a esta nueva comunidad. Recen por mí, y que nos acompañemos mutuamente”.

Culminada la celebración eucarística, se sirvió una cena a la canasta en el predio contiguo al templo parroquial. Este fue el momento propicio para que un representante de cada pueblo se presente y brinde una breve referencia de su lugar de origen, y se entregaran obsequios a los presbíteros, en un clima fraterno, matizado con canciones interpretadas por el coro.