Camino a la Beatificación

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31 octubre 2016

Unos 150 jóvenes y adultos fueron confirmados en Santa Rosa de Lima

El domingo 30 de octubre, alrededor de 150 niños, jóvenes y adultos recibieron el Sacramento de la Confirmación en la parroquia Santa Rosa de Lima, en la ciudad capital.
La Santa Misa fue presidida por el Pbro. Juan Orquera, delegado del Obispo Diocesano para este servicio, y concelebrada por el párroco, Pbro. Armengol Acevedo, quien antes de la homilía presentó a los confirmandos.
Durante su predicación el Padre Acevedo se dirigió a los confirmados expresando que “el don del  Espíritu Santo que van a recibir será un sello espiritual que los identificará  más plenamente con Cristo y nos une más
estrechamente a su Iglesia. Cristo, el ungido por el Espíritu Santo en el bautismo que recibió de Juan, fue enviado para realizar su obra y poder encender en la tierra el fuego del espíritu. Ustedes, queridos confirmandos, que ya han recibido el bautismo, recibirán ahora la fuerza  de su espíritu y serán marcados en  la frente con su cruz”.
Asimismo, los exhortó “dar ante el mundo el testimonio de su Pasión y Resurrección de
tal manera que sus vidas, como dice el apóstol, sean en todo lugar el cuerpo místico, que es la Iglesia, el Pueblo de Dios, que recibe de Él las gracias que el mismo Espíritu Santo distribuye a cada uno para la edificación del cuerpo místico en la caridad y en la unidad”. Por ello, los llamó a que “sean entonces miembros vivos de esta Iglesia, y conducidos por el Espíritu Santo procuren servir a todos como Cristo, que no vino a ser servido sino a servir”. 

También agradeció a Dios porque “hoy concluye el proceso formativo de los niños y jóvenes adultos que concurrieron a los encuentros de formación  en la sede parroquial y en la comunidad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Agradezco al Padre Juan, Capellán del Santuario, que está con nosotros, y a todas las personas que colaboraron en los diferentes servicios para organizar esta celebración. A las catequistas que dedicaron generosamente su tiempo para formar a los confirmados, por amor a Cristo y a la Iglesia”, dijo.

Al concluir la celebración eucarística se entregaron recordatorios consistentes en una cruz, un pergamino y un Rosario.