Camino a la Beatificación

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02 noviembre 2016

La Iglesia recordó y elevó su oración confiada por todos los fieles difuntos

El miércoles 2 de noviembre, la Iglesia conmemoró a los fieles difuntos por quienes elevó su especial oración en las distintas celebraciones eucarísticas de la jornada.
Durante la mañana, una gran cantidad de personas participó de la Santa Misa en el cementerio municipal Fray Mamerto Esquiú, en la ciudad capital, presidida por su capellán, Pbro. Gustavo Molas, quien en su homilía se refirió a las obras de misericordia y en la necesidad de que “todo el bien que se puede hacer se debe hacer, no es optativo. Decía el padre San Alberto Hurtado: ‘Está muy bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien’. Y si no hacemos el bien estamos cometiendo los pecados de omisión”, afirmó.

Asimismo, recordó que “hoy la Iglesia nos recuerda que toda misa se ofrece por los difuntos, por aquellos que han partido de esta tierra, para que Dios los lleve a la gloria. Y ahí empiezan a  interceder por nosotros. Nosotros tenemos que hacerlo por Cristo Sacramental, porque como tenemos cuerpo todavía necesitamos a través del cuerpo de Cristo Sacramental, pan y vino consagrado, unirnos a El que es quien hace la salvación”.
El Padre Molas manifestó que “éste no es un día de duelo, al principio, la partida de nuestros seres queridos duele, pero cuando
uno tiene la convicción de que han pasado a la gloria, es un día de fiesta. Entonces nos alegramos de haberlos conocido, de haber sido la oportunidad para que ellos hagan mérito, nos alegramos de que ellos nos dieran la oportunidad, aunque lloremos por amor. Sobre todo tenemos la alegría de saber que más temprano que tarde, por la ayuda que ellos darán una vez en la gloria, también nosotros tendremos abreviado el sufrimiento del infierno, del purgatorio”.


El Obispo rezó por los
sacerdotes fallecidos

Frente al Panteón del Clero catamarqueño, ubicado en el ingreso al cementerio municipal, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, rezó por el eterno descanso del alma de los sacerdotes fallecidos.
Luego dejó una flor como expresión de agradecimiento por la entrega generosa de sus vidas y el servicio pastoral que brindaron en la diócesis local.
También, como un gesto de misericordia en este año del Jubileo propuesto por el Papa Francisco, el Pastor Diocesano recorrió distintos sectores del campo santo, donde a solicitud de familiares elevó plegarias por hermanos fallecidos y derramó agua bendita sobre los lugares donde descansan sus cuerpos mortales.

Por la tarde celebrará la Santa Misa en el departamento Santa Rosa.